La Facultad de Arquitectura y Arte UDD participa de un workshop experiencial y de la Exposición Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia mediante el programa Biennale Session, instancia abierta a público donde Arquitectura UDD presenta su libro «Venecia: Gravedad Calibrada.»
Este volumen desglosa tres capítulos : tierra, agua y aire, revelando cómo se configura el habitar del veneciano y sus distintos estratos. Esta presentación permitirá a los estudiantes conocer de primera fuente el desarrollo de este proyecto editorial, abordando las motivaciones, procesos y resultados de tres workshop previos e investigación que pone en valor la complejidad de la ciudad.
La investigación, a partir del reconocimiento de lugar, dibujos, relatos y mapeo levanta la mirada, en búsqueda de un nuevo estrato de Venecia. Se contabilizaron aproximadamente 1.300 altanas en toda Venecia. Ese número es contundente, no hablamos de casos aislados, sino de una verdadera red aérea que configura un nuevo piso de la ciudad. Este mapeo permitió observar que el veneciano, casi desaparecido del suelo turístico, sigue habitando en lo alto, en ese entramado de madera y aire.
De esta manera, fue posible reconocer los distintos niveles de la ciudad: el piso bajo, ocupado por el turismo; el piso intermedio, a 13,5 metros de altura, donde las altanas sostienen la vida íntima del veneciano; y los niveles aún más altos, de torres y campanarios, que conectan con horizontes más amplios. Venecia se entiende entonces como una ciudad de pisos superpuestos, donde cada estrato responde a un tipo de habitante y a una forma distinta de vivir.
Finalmente, todo se plasmó en un mapa interpretativo. A partir de los croquis iniciales, este mapa se transformó en un diagrama que muestra el campo aéreo de acción de la ciudad: las altanas conectadas, los radios de acción superpuestos y las relaciones invisibles que redefinen lo que entendemos como suelo.
De esta manera el tercer capítulo, Frente de Aire, se convierte así en una invitación a levantar la vista, a descubrir que el suelo de Venecia no está solo abajo, sino también arriba; a comprender que el aire es parte de la ciudad y que ese nuevo piso, invisible pero habitable, nos acerca a la verdadera vida del veneciano.






