El cuarto día del seminario internacional “20th-century Heritage UNDER Conservation” combinó recorridos patrimoniales y charlas sobre políticas de conservación aplicadas al patrimonio moderno. La jornada comenzó en el Palacio Pereira, patrimonio restaurado en el centro de Santiago, donde Bernardita Ladrón de Guevara dio la bienvenida a los participantes e introdujo el recorrido histórico por el edificio.
Desde Australia, Sheridan Burke abrió el ciclo de conferencias con su ponencia “Loving development policies that will conserve significance to implement a CMP sustainably” y a continuación, la arquitecta Maria Lucia Bressan presentó el caso de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de São Paulo, diseñada por Vilanova Artigas. “Más allá de su estructura, lo que está en juego es un modelo de pensamiento sobre la educación y el espacio público”, afirmó.
El ingeniero Paulo Lourenço explicó el estudio de la Estación de Ferrocarril de Beira, en Mozambique, ahora enfocado en el desarrollo de políticas de conservación a largo plazo. El bloque se cerró el académico Renato Anelli, quien abordó el desafío de conservar la Casa de Vidrio de Lina Bo Bardi, símbolo de la arquitectura moderna brasileña. Tras las exposiciones, los ponentes participaron en un panel de preguntas abiertas, donde conversaron sobre los desafíos contemporáneos en la conservación de sitios modernos.
Por la tarde, la actividad continuó en la sede de la Asociación de Oficinas de Arquitectura (AOA), donde su presidente, Juan Sabbagh, recibió a los asistentes. La subdirectora de Fomento y Gestión del Patrimonio, Priscilla Barahona, presentó “The Protection of Cultural Heritage in Chile: How Twentieth-Century Heritage is Being Addressed in the Current Regulatory Framework”. Explicó que “proteger el patrimonio del siglo XX implica revisar y adaptar las normas a su especificidad y vulnerabilidad”.
Finalmente, el arquitecto australiano Alan Croker expuso “Conserving and Sustaining the Sydney Opera House”, profundizando en los procesos de reestructuración arquitectónica que han permitido al ícono cultural evolucionar sin perder su esencia. “La intervención en la Ópera de Sídney requirió comprender su estructura original y los valores culturales asociados, para garantizar que su renovación respetara tanto la arquitectura como su significado simbólico”.