Felipe y Nicolás son amigos desde que tienen cinco años. Fueron juntos al colegio y luego ingresaron a Arquitectura en la Universidad del Desarrollo. Pero también hay otro tema que los une: la recuperación y conservación del patrimonio urbano y natural. Para un ramo de urbanismo, investigaron los archivos fotográficos de la ciudad. Acumularon mucho material y empezaron a subirlo a las redes sociales. Así nació el proyecto En Terreno, que busca crear una comunidad interactiva para el patrimonio. «Recién ahora la gente le está dando importancia al rescate patrimonial. Y es un tema muy transversal, porque para los mayores apela a la nostalgia y a mostrar cómo era antes, mientras que a los jóvenes les intriga y sorprende ver cómo era la ciudad años atrás. Unos descubren, otros recuerdan», dicen los jóvenes emprendedores.
La inspiración
«En la universidad nos mandaron a hacer un trabajo de urbanismo en Matucana. Empezamos a buscar fotografías históricas del sector y a digitalizalas. Subimos estas fotos a Twitter y vimos que la gente enganchaba. Comentaban las fotos y se vlralizaban harto. Mucha gente nos mandaba archivos familiares, donaciones, álbumes de postales, de todo. Así nació En Terreno. Fue muy espontáneo y nos dimos cuenta que no sólo nos interesaba a nosotros, sino que había mucha gente que quería conocer el pasado de las ciudades de Chile. Estábamos logrando crear algo que no existía».
El concepto
«Con En Terreno, estamos creando el archivo histórico colaborativo más grande de Chile. El proyecto tiene una gran repercusión en redes sociales. El interés de la gente viene, principalmente, desde el desconocimiento.
La ciudad creció tan rápido que uno no sabe cómo era antes. Hay muchas personas que tienen archivos fotográficos increíbles y que quieren compartirlos. Es típico que los abuelos guarden diapositivas en un baúl y no saben qué hacer con ellas. Nosotros podemos recuperarlas, digitalizar los negativos, y estamos averiguando cómo digitalizar placas de vidrio».
Las dificultades
«En Terreno es una fundación, lo que genera dos grandes dificultades. Primero, los trámites legales y administrativos son complejos y lentos. Generalmente, las fundaciones nacen al alero de una empresa Pero en nuestro caso, no tenemos financiamientos externos. Y esa misma es la segunda dificultad. Por ahora el proyecto es totalmente autofinanciado. A veces hacemos colaboraciones con museos, consejos y municipios y también postulamos a fondos concursables. Pero es difícil. Lo bueno es que tenemos buen posicionamiento en las redes sociales y eso atrae a las marcas».
El presente
«Además de subir fotos a la plataforma, hacemos actividades. Para el Día del Patrimonio. teníamos gigantografías de imágenes históricas en el lugar donde fueron sacadas. Además, estamos renovando la página. Queremos ser un «Wikipedia» de imágenes históricas, con geolocalización de los archivos. Las tecnologías, como la realidad virtual, van a permitir que sea una experiencia. Vamos a sentir, escuchar y ver las transformaciones de la ciudad. Es entretenido porque este registro que nos interesa ahora, también servirá para que, en 100 años más, sepan donde vivíamos en 2016.