Un concepto que cobra fuerza es el de la economía compartida, definida por el cambio de paradigma que las tecnologías de la información y las redes sociales están generando en diversas instancias de la vida económica, política y social. La principal característica de este fenómeno es conectar directamente, y sin intermediarios o barreras, necesidades con capacidad de respuesta. Este nuevo paradigma ya se evidencia en las ciudades, donde fenómenos como Uber o Airbnb están poniendo en crisis las estructuras tradicionales de servicios de transporte y hotelería en todo el mundo.
Las dinámicas urbanas propias del desarrollo están derivando en una saturación de la capacidad de carga de muchas ciudades y barrios. El dramático crecimiento económico viene lamentablemente acompañado de conductas y hábitos individualistas y fragmentados, donde las posiciones particulares se imponen por sobre los intereses de la comunidad. Esta saturación se expresa en el crecimiento del parque automotriz, la expansión urbana sin internalizar los costos sociales de la suburbanización o los problemas de contaminación ambiental, acústica y visual. Si no generamos un cambio de conducta, la calidad de vida y la sustentabilidad de nuestras ciudades se verá puesta en jaque.
http://voces.latercera.com/2016/07/25/pablo-allard/hacia-una-ciudad-compartida/