EL INTENDENTE Metropolitano junto al ministro de Medio Ambiente anunciaron un ambicioso Plan de Descontaminación Atmosférica para la Región Metropolitana. La meta es reducir en un 60% las emisiones en la capital, proponiendo medidas tan duras como la eliminación total de la calefacción a leña, imposición de sello verde para camiones y restricción vehicular permanente durante el invierno.
Las reacciones fueron inmediatas. Pese a que las fuentes residenciales representan cerca del 30% de las emisiones, la prohibición al uso de la leña será dificil de fiscalizar, sobre todo en zonas rurales y de escasos recursos. En cuanto a la restricción a catalíticos, todos los especialistas coincidimos en que es una medida parche y puede empeorar la situación si no se complementa con una excelente oferta de transporte público antes que la gente se compre un segundo auto.
A estas alturas, sería bueno aprender lecciones -buenas y malas- de otras ciudades. Caso emblemático es Ciudad de México. La megápolis, conocida por sus casi 20 millones de habitantes y severos problemas de contaminación, emprendió el 2007 el denominado “Plan Verde”. Impulsado por el jefe de gobierno de la ciudad, Marcelo Ebrard, se trataba de un plan a 15 años, basado en 10 acciones prioritarias: corredores de transporte y buses eléctricos; sistema de bicicletas públicas Ecobici; sustitución de microbuses y taxis por modelos más eficientes; la ampliación de Metro en cerca de 50 km.; nuevos programas de vivienda social; una nueva norma para aprovechar la energía solar; un programa de azoteas verdes; la recuperación de dos ríos urbanos; recuperación ecológica y protección de suelos para conservación; y la instalación de un sistema de administración ambiental en la ciudad.
http://voces.latercera.com/2015/07/27/pablo-allard/el-cascabel-al-gato/