En los últimos años, la figura del curador ha adquirido una enorme importancia en el circuito del arte contemporáneo. Su trabajo no sólo incide sobre la valoración de la producción artística, sino también, sobre su circulación, visibilidad, valor de mercado e ingreso a la historia del arte. Por todo esto, se trata de un trabajo de mucha responsabilidad que, más allá de constituir una práctica profesional específica, involucra además un posicionamiento ético sobre el cual se debe reflexionar.

Por otra parte, independientemente de los aspectos estéticos, teóricos y conceptuales que forman parte de su propuesta discursiva, la labor del curador involucra una serie de tareas y acciones más o menos tipificadas que es preciso conocer muy bien a la hora de emprender un proyecto expositivo. Este taller se propone como un espacio para transmitir ese conocimiento.