Aunque muchos no lo sepan, Chile cuenta con algunos de los mejores ingenieros en transporte del mundo. Nombres como Ortúzar y Willumsen, autores de textos clave en modelación de transporte; investigadores como Muñoz, Martínez o De Grange, y consultores de la talla de Fernández, de Cea y Hutt lideran los foros académicos y técnicos a nivel global. Tampoco es casual la influencia que estos han tenido en el diseño y planificación de políticas y sistemas de transporte tanto en Chile como el extranjero. Sin embargo, para muchos lectores la impresión es otra.

En las últimas semanas hemos visto con amargura cómo algunos de ellos, junto a mis colegas urbanistas, se trenzan en disputas epistolares y redes sociales respecto a la conveniencia de invertir más recursos en Metro o en buses. Discusiones a las que se suman los promotores y detractores de la bicicleta, el automóvil y ahora último los tranvías y teleféricos.

Si para uno que entiende de estas cosas el escenario es confuso, para el ciudadano de a pie debe ser desconcertante. Primero, porque pareciera que nadie se pone de acuerdo en fijar las prioridades respecto al transporte en nuestras ciudades; y segundo, porque estas trifulcas aumentan la incertidumbre y alimentan una falsa sensación de caos y mal servicio que poco o nada ayudan a la solución.

http://voces.latercera.com/2015/09/07/pablo-allard/buses-versus-metro/