A DOS SEMANAS de entrada en vigencia de la ley que regula el cobro de estacionamientos, la molestia de usuarios en medios de prensa sirvió de oportunidad para que los mismos parlamentarios que propusieron la ley convoquen a un “boicot” el próximo 15 de marzo, día internacional del consumidor. Esta nueva bancada de autoproclamados defensores de la clase media, entre los que destacan los diputados DC Chahín y Espejo, -el mismo ministro del Transantiago-, acusan irresponsablemente al Senado y ministro de Economía de ceder al lobby del gremio de los estacionamientos y centros comerciales, aludiendo a que la aplicación de la ley generó un aumento abusivo de algunas tarifas.
La falta de decoro queda en evidencia cuando algunos incluso proponen intervenir la industria y congelar precios para mayor equidad. Si analizamos los supuestos derechos del consumidor que pretenden defender, en términos de equidad, los diputados DC pretenden restringir la discusión exclusivamente a los derechos de aquellos usuarios de centros urbanos y comerciales que tiene mayor poder adquisitivo: los propietarios de un auto. Olvidando el derecho de accesibilidad desde otros medios de transporte que requieren igualdad de beneficios para acceder a los centros urbanos y comerciales, y el de todos quienes merecemos vivir en ciudades libres de congestión y contaminación. El discurso de Chahín y Espejo es populista, oportunista y excluyente, ya que no interpela a los equipamientos comerciales y de servicios y a los automovilistas a contribuir a una ciudad más sostenible y equitativa en términos de accesibilidad urbana respecto a los demás modos de transporte.