Una cápsula de tiempo para que, en 100 años más, los santiaguinos conozcan el Santiago “antiguo”. Así podría definirse el libro “Se llama Santiago” que fue lanzado el jueves 28 de abril, por la Escuela de Arquitectura de la UDD, en el marco de la ceremonia de inicio de año de la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA).

Oscar Mackenney

“La publicación propone un renovado diálogo entre la arquitectura, la ciudad y sus habitantes”, señala Oscar Mackenney, decano (i) de la Facultad de Arquitectura y Arte. Esto, ya que el libro trata de alejarse lo más posible del análisis arquitectónico tradicional, definiendo los lugares más bellos de la capital, a través de una encuesta a más de 400 personas que viven en la ciudad.

“La gente común no tiene por qué saber que existen ecuaciones de belleza estética en el universo, en la naturaleza, y prácticamente en todo lugar: su mirada es limpia y descontaminada”, explica en Mackenney en la introducción de “Se llama Santiago”.

En total, 14 lugares fueron los más votados, de los cuales 28 profesores de la carrera de Arquitectura hacen un análisis para explicar el porqué de las elecciones. Además, escogieron fotografías que revelan cómo los habitantes usan estos espacios en distintas horas del día.

Si de parques se trata, el parque Forestal figura como el preferido de quienes viven en la ciudad, seguido por el parque O’Higgins y el Cerro San Cristóbal.

En tanto, las plazas favoritas fueron: la Plaza de Armas, Plaza Ñuñoa y la Plaza Brasil.

Al ser consultados por: ¿una iglesia? La más votada fue la Catedral de Santiago; ¿un edificio antiguo? La Moneda lideró las preferencias; ¿un barrio? El Barrio Brasil ocupó el primer lugar; ¿un centro comercial? El Parque Arauco fue el más nombrado; ¿un centro deportivo? El Estadio Nacional fue puntero en esta categoría; ¿un cementerio? El Cementerio General se llevó la mayoría de los votos; ¿una calle? La Alameda fue la gran triunfadora.